Fray Miguel Antón en la Parroquia de Santa María Magdalena

¿Cómo recibirían en 1597 en nuestro pueblo la noticia de la muerte de Fray Miguel en América? Y también ¿cuándo llegaría dicha noticia a la Parroquia de Santa María Magdalena en Chozas de Canales? Seguro que pasaría un tiempo. El martirio tuvo lugar el 17 de septiembre de 1597 y las malas nuevas no llegarían hasta que como mínimo hubiese pasado 1 mes o dos. Lo que está claro es que causaría una tremenda conmoción entre esos centenares de habitantes del pueblo y una enorme desolación en sus padres, hermanos y familia directa. Bueno desolados debieron quedar todos los «choceros». Ese niño que vieron nacer y crecer en el pueblo, que ingresó en un convento franciscano, posiblemente en el de Ocaña de adolescente (pueblo próximo al nuestro, también de Toledo) y que años después, cuando sólo contaba 25 años, atendió a la llamada que hizo el Rey de España para que fueran nuevos religiosos para evangelizar en América, había sufrido una muerte brutal. Desolación.

Os comentaba en el reportaje que estoy escribiendo, más completo del tema, que creo que Fray Miguel ha estado siempre con nosotros, porque el pasado 4 de mayo de 2024, me acerqué al altar lateral derecho, al retablo, para ver una preciosa imagen de Cristo (mis paisanos saben a cual me refiero), levanté la vista y ahí estaba él. Creo que tiene todo el sentido que esa imagen pintada en ese altar lateral, en ese retablo mural, sea él, por eso os comentaba que tal vez se ha perdido la tradición oral que lo corrobore, y por desgracia también la escrita. En la pintura mural, abajo a la izquierda, está representado un fraile, con rayos de santidad, arrodillado. He creído verle a él. De hecho llevo tiempo observando cómo han representado a Fray Miguel en distintas iglesias americanas, y la cara de ese fraile, el que está en nuestra iglesia, se parece muchísimo al de las pinturas en América, el corte de cara, las cejas finas…

En el mural lleva capa marrón franciscana y se vislumbra un cordón franciscano también (con sus nudos), y hábito blanco, que evoca la pureza y la santidad de vida. Puede haberse elegido el color blanco del hábito, en lugar del marrón que llevaban los franciscanos, por estar ya muerto y ser considerado como un mártir en nuestra iglesia. Para mí tiene todo el sentido. La pintura se hizo tras la muerte.

Sí, es evidente, tendría todo el sentido del mundo que la Parroquia «chocera» de Fray Miguel, nuestra Parroquia de Santa María Magdalena, hubiese querido hacerle un homenaje al enterarse de su muerte. En ese altar también hay un Papa representado a la derecha, que puede ser el Papa que estuviese en ese momento, año 1597, en Roma: Clemente VIII (1592-1605). Esta figura lleva la sotana blanca de los Papas, mitra en la cabeza y capa pluvial, un ornamento del siglo XVI. En la siguiente fotografía, todo el conjunto mural representado en el altar lateral, con Jesús arriba a la izquierda, y San José, arriba a la derecha:

La imagen central es el Cristo atado a la columna.

En algún momento se perdió la tradición oral, y el paso del tiempo se llevó la escritura de sendos carteles del mural donde posiblemente se aclarase todo, uno bajo el fraile y otro bajo el Papa.

Los dos cuadros del altar mayor

Además después me fijé también en las dos pinturas que están actualmente en el altar. La de la derecha es clarísimamente San Francisco de Asís, con las llagas abiertas, en mano y pie descalzo (como se observa), el hábito y el cordón franciscano. Fray Miguel Antón fue un fraile franciscano.


San Francisco de Asís, a la derecha del altar. Se observan las llagas en su pie y en su mano.
A la izquierda del altar, un fraile franciscano que agarra la cruz. A la derecha pintada en el cuadro otra escena con diversos personajes, uno de ellos podría ser un fraile o varios nobles.

La pintura de la izquierda, representa a un fraile franciscano -por el hábito y el cordón franciscano- que agarra fuertemente la cruz. Puede representar de nuevo a San Francisco de Asís, aunque también podría querer representar el martirio de Fray Miguel y cómo dio la vida por la cruz. Este cuadro tiene plasmado un acontecimiento, a la derecha a un lado, como por la zona del centro, algo más abajo. No se aprecia con claridad.

El pintor quiso decir o representar algo dentro del cuadro, otra escena. Se ven diversos personajes, uno de los que aparecen delante, a la derecha, podría ser un fraile, a su lado un noble, alguien del Clero o el Rey de España (el Rey es el que pidió misioneros para América), no sabemos. También podría representar a San Francisco de Asís y a su prima Santa Clara, o a los padres del santo de Asís, que eran nobles comerciantes italianos, si se tratase de nuevo de otro cuadro también de San Francisco. En el monje franciscano de la izquierda no están dibujadas las llagas o los estigmas, que si están en el cuadro de la derecha y va calzado. Por todo ello no creo que sea de nuevo San Francisco. Podría tratarse de Fray Miguel Antón y haber representado un episodio de su vida a la derecha.

A derecha e izquierda de la imagen de la Magdalena, ambos cuadros.

Por la cara del fraile, el de la izquierda, se ve sufrimiento, unos ojos de gran dolor, y agarra fuertemente la cruz. Es también un fraile franciscano por el hábito y el cordón. Fray Miguel construyó en su misión americana en la isla de Santa Catalina (actual Isla de St. Catherines, en Georgia) una cruz enorme de madera, debajo de ella le enterraron los indios de su misión, que ya eran católicos y que le amaban muchísimo, según la Relación del Padre Oré. Cuando se inició la investigación de lo sucedido, a instancias del Gobernador de Florida, y desenterraron bajo la cruz, se encontró efectivamente su cuerpo, con la cabeza separada. Lo dejaron ahí enterrado, en la isla donde había fallecido, y que hoy no se puede visitar por tener acceso restringido. Se están haciendo excavaciones arqueológicas y catas.

Otra curiosidad, el 17 de septiembre, que es cuando fue martirizado Fray Miguel Antón, se celebra la impresión de las llagas de Jesús en el cuerpo de San Francisco de Asís. El santo de Asís, estando de retiro espiritual dos años antes de su muerte (falleció el 3 de octubre de 1226), pidió sufrir los padecimientos de Jesús durante la Pasión, y las cinco llagas se imprimieron en su cuerpo. Podemos observar las llagas en la pintura de la derecha y no aparecen en la de la izquierda.

Estas pinturas no siempre han estado en nuestro altar, aunque a lo largo de cuatro siglos y medio, bien pudieron estar en él, en un principio, cuando fueron pintados o encargados ambos cuadros, y haberse quitado de ahí más tarde por algunas obras o cualquier otra causa (incluida el que fueran retiradas y ocultadas por temor a que fuesen quemadas durante la Guerra Civil, tiempo en el que la mayoría de las imágenes de la iglesia se arrojaron desde el campanario y se hicieron añicos. Lo sé por una testigo directa de estos hechos, mi madre, que vivía al lado de la iglesia y que era una niña. Ella vió lo que hicieron con las imágenes y recogió las manos originales de la Virgen Dolorosa destruida, y después se pusieron en la que mandaron hacer de nuevo. Las manos de nuestra Dolorosa son las originales de la anterior, que mi madre recogió siendo niña. Estas dos pinturas se pudieron haber conservado en la sacristía o incluso en la Ermita del Cristo de las Misericordias, hasta que volvieron a estar a derecha e izquierda de nuestro altar mayor, tal y como están ahora.

El hecho de que una de las pinturas sea clarísimamente de San Francisco de Asís creo que tiene relación directa con nuestro fraile, Fray Miguel Antón, que era franciscano y con el suceso de su martirio.

Fachada principal de la Iglesia de Chozas de Canales (Toledo), Parroquia de Santa María Magdalena, donde fue bautizado Fray Miguel Antón el 20 de mayo de 1570.

Saber más:

454 Años del Bautismo de Fray Miguel Antón: 20 de mayo de 1570

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Firmado: Dori Rodríguez 20/05/2024

Sobre la autora:

Dori Rodríguez García nacida en Chozas de Canales (Toledo – España). Periodista, Licenciada en Ciencias de la Información, en 1987, en la Universidad Complutense de Madrid. Becaria en el Gabinete de Prensa de Televisión Española. Trabajó en las revistas «Tele-Ticket», «Mucho más», «Cómplice» y «Greca» de la Editorial española Sarpe y posteriormente de la editorial alemana Axel Springer. Seguidamente, siguió su labor en otra editorial española, Globus Comunicación, en las revistas «Bricolaje y Decoración», «Brico», «Cocinar Hoy», «Cocina Semanal», «Decoración clásica», «Casas de siempre» y «Cocina Ligera», donde ejerció de redactora jefe. Actualmente es Directora Adjunta de la revista digital: Nutriguia.com y Directora de Adoronews.com


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