Examinando «La Florida» el manuscrito del siglo XVI, escrito por el franciscano Fray Alonso de Escobedo, y que por fortuna se encuentra en la Biblioteca Nacional (BNE), he advertido un abundante y hasta original uso de las abreviaturas, que creo no han sabido traducir tantos estudiosos del tema como ha habido. Ahí está el quid de la cuestión de algunas de las malas interpretaciones que han existido hasta la fecha. Cuando en concreto Fray Escobedo nombra a Fray Miguel Antón en su manuscrito, como adelantaba en el reportaje, a la hora de poner Antón, no lo hace con todas las letras, lo escribe abreviado, que por otro lado era lo habitual en su siglo. Algunos autores han visto escrito Añón, porque escribe claramente la A, seguida de una n, y en el lugar que debería ir una letra t, lo que va arriba es una tilde o virgulilla similar a la que se usa en la letra ñ desplazada a la derecha (de ahí que hay autores que han creído ver una ñ), la leyeron como una ñ, pero la virgulilla está desplazada a la derecha y se observa claramente este desplazamiento, va a la derecha de la letra n. En lugar de ver que esa virgulilla representaba la letra que estaba oculta una t, que Fray Alonso había decidido escribir abreviada. Los religiosos que como él estaban en La Florida cuando sucedieron los hechos, sabrían de haber leído los poemas de Escobedo a quién se refería, pero transcurrido el tiempo e incluso los siglos, su lenguaje ya no se interpretó correctamente.
Algunos autores han dicho incluso que el apellido de Miguel era Auñón (el padre Oré, que escribió su famosa Relación (1619), lo nombra de ese modo y los estudiosos que se han basado en lo que escribió Oré hacen lo mismo). Si Fray Escobedo hubiese escrito la t nos habría ahorrado todas esas malas interpretaciones desde hace siglos. Si hubiese escrito también Rodríguez con todas las letras, en la línea donde menciona el nombre completo de Fray Miguel, todo habría sido más sencillo. Siguió la costumbre de la época y el paso del tiempo nos indujo a error.
Fray Alonso de Escobedo no sólo emplea abreviaturas con Fray Miguel, utiliza numerosas formas para abreviar palabras, títulos, nombres… a lo largo de todo su manuscrito. Por ejemplo a la hora de poner Dios, a veces se come la s final y pone Dio y arriba la virgulilla, la misma que usa cuando escribe Anon, sin poner la t. Le hubiera costado el mismo trabajo poner Dios, que escribir Dio y la virgulilla a la derecha, pero es lo que hace.
Algunas abreviaturas del manuscrito para valorar este uso… o recurso que emplea tantas veces:
Recuadrada arriba la frase donde presenta a Fray Miguel. Además «toma» lo pone entre comillas (parece que pone «tema», queriendo dejar claro que está usando un recurso literario. A continuación la frase tal y como aparece en La Florida de Alonso Escobedo cuando presenta al segundo de los frailes, para que podáis verla y verlo con vuestros propios ojos:
La abreviatura de Rodríguez va unida a la l (letra ele) de Miguel. Parece que su abreviatura de Rodríguez, la que emplea Escobedo, es Rez, y sobre la z va también la letra t de «toma».
Respecto a la colocación de An (virgulilla) on, lo pone arriba, tal vez por olvido o porque lo desee de ese modo. Se ve clarísimamente que la virgulilla no va sobre la letra n, está desplazada a la derecha, entre la letra n y la o.
An – virgulilla- on. Así es como escribe Anton. Según la Real Academia Española, virgulilla es: Signo ortográfico de forma de coma, rasguillo o trazo; por ejemplo, el apóstrofo, la cedilla, la tilde de la ñ, etcétera. Fray Alonso de Escobedo la emplea muchísimo, como hemos visto en los ejemplos que he manuscrito arriba.
Estoy segura que él, Fray Alonso Escobedo, es el único de los autores de los que he estudiado hasta la fecha que conocía quien era Fray Miguel, su nombre y apellido real, así como el nombre que tomó como religioso. Creo se debieron conocer en persona, por encontrarse también Fray Alonso de Escobedo en las misiones en esa zona de América, y lo mucho que sabe de él. Sabía quién era. Pero no puso su nombre completo y con todas las letra nunca en su poema.
No podía imaginarse este poeta franciscano, del que algunos autores señalan podría haber nacido en Moguer, el «estropicio» que iba a ocasionar en toda la historia, en ese gran legado que nos dejó, en lo que concierne a la identificación de Fray Miguel Antón. Creo que él sí sabía, sin género de duda, quién era y de donde era. Es más tanto al fraile «chocero» como a su amigo de numerosas expediciones, Fray Francisco de Beráscola, dedica la mayor parte de su narración, destacados en el capítulo de los martirios. De ellos recoge el mayor número de episodios. Hay que agradecerle profundamente la mención de nuestro pueblo tan clara, así como el modo en que nos relata que el fraile que se llama Miguel se llamó «Chozas como su villa». Eso lo deja muy, muy claro. Eternamente agradecidos.
Desde la primera página
Usa las abreviaturas y los juegos de palabras superpuestas desde el principio. Vamos a examinar la primera página del valioso manuscrito que se halla en la Biblioteca Nacional de Madrid:
Lo que se traduce así en el titular, que debéis leer para comprobarlo:
La Florida Primera Segunda y Tercera parte de La Florida
Donde se canta vida, muerte y mila
Gros del glorioso San Diego de San Nicolás
Del Puerto fraile menor y el marti
Rio de cuatro religiosos y con los
Hechos de muchos españoles y
Con los ritos y costumbres y con
Versión de los Indios y con la muerte
De un francés y su gente dedi
Cadas a don Manuel de Guz
Mán de Mendoza, Conde de
Niebla y heredero del Ducado de
Medina Sidonia.
El ahorro de vocales y sílabas es constante, como observamos ya en el título. Cuando pone San Diego de San Nicolás, si analizamos la segunda línea, el recurso que emplea es una s y sobre ella un símbolo como de infinito o letra alfa. Incluso ahorra letras en su propia firma y su nombre: Alonso, que sólo pone Ao.
Observad como pone Ao y las letras d y e superpuestas, para decir:
Por Fray Alonso de Escobedo
Confesor de la orden de San Francisco
De la Provincia de Andalucía.
Firmado: Dori Rodríguez 20/05/2024
Sobre la autora:
Dori Rodríguez García nacida en Chozas de Canales (Toledo – España). Periodista, Licenciada en Ciencias de la Información, en 1987, en la Universidad Complutense de Madrid. Becaria en el Gabinete de Prensa de Televisión Española. Trabajó en las revistas «Tele-Ticket», «Mucho más», «Cómplice» y «Greca» de la Editorial española Sarpe y posteriormente de la editorial alemana Axel Springer. Seguidamente, siguió su labor en otra editorial española, Globus Comunicación, en las revistas «Bricolaje y Decoración», «Brico», «Cocinar Hoy», «Cocina Semanal», «Decoración clásica», «Casas de siempre» y «Cocina Ligera», donde ejerció de redactora jefe. Actualmente es Directora Adjunta de la revista digital: Nutriguia.com y Directora de Adoronews.com
Comentarios
Una respuesta a «El uso frecuente de abreviaturas, por Fray Alonso de Escobedo, en «La Florida»»
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