Los 3 religiosos de Chozas, en el siglo XXI

El pueblo toledano de Chozas de Canales, mi pueblo, tuvo hace más de 4 siglos tres religiosos. En la actualidad vuelve a tener esa misma cifra. El 20 de mayo de 1570 se bautizaba a Miguel Rodríguez; el 8 de junio de 1572, dos años después, recibía las aguas bautismales Pedro Fernández Rodríguez y el 1 de febrero de 1588, 18 años después que Miguel y 16 años después que Pedro, venía al mundo Juana Ximénez Gallega, que fue bautizada el día 10 de febrero de dicho año. Eran contemporáneos, pero posiblemente ella no llegaría a conocer en persona a Miguel y Pedro, porque lo más seguro es que ellos ya habrían ingresado en la misma orden religiosa, y en el mismo monasterio franciscano, cuando vino al mundo Juana. Y lo más probable es que estos no regresasen nunca más al pueblo. No obstante, Juana sí debió tener conocimiento de la existencia de sus paisanos, los dos franciscanos de su pueblo, porque mantenía contacto con diversos miembros de su familia, que la visitaban en sus distintas residencias en la ciudad de Toledo.

En la actualidad, volvemos a tener tres religiosos, contemporáneos también por tanto, en esta ocasión dos monjas y un fraile. ¿Quiénes son? Os los iré presentando uno a uno. A ellas dos, las conocí en su día y las recuerdo perfectamente, a él no le identifico entre mis recuerdos, pese a que pueda haberle visto de pequeño. Los tres tienen unas vidas muy interesantes… y entregadas a Dios. Las dos monjas se conocieron, sin duda, solo hay 7 años de diferencia entre el ingreso de Inmaculada al de María José, en sus órdenes religiosas. Omar es mucho más joven, cuando nació en 1997 las dos religiosas ya habían abandonado el pueblo, pero tiempo después tuvo la suerte de poder conocerlas. A la Hermana María José fue años después a visitarla, como os contaré más adelante, en compañía de nuestro actual párroco Don Pedro Carpintero, y a Ia Hermana Inmaculada la pudo saludar, en distintas ocasiones, como cuando ella regresó al pueblo para cuidar a sus padres, cuando estos enfermaron y después fallecieron.

Al final de este reportaje, haremos también una mención especial de dos religiosas más, con mucha conexión con el pueblo, pese a que no nacieran en él.

Inmaculada Rey Ayuso, la Hermana Inmaculada

Fraternidad Reparadora del Sagrado Corazón de Jesús

La recuerdo como una chica normal, cariñosa, alegre, muy buena persona. Junto a ella y otra amiga, nos sacamos el carnet de conducir, un verano… No he olvidado los viajes en ese coche, un Ford Fiesta, con el profesor de la autoescuela, para practicar al volante por las carreteras de las inmediaciones del pueblo y hacer las prácticas, en un punto cercano. A su familia, y en especial a su progenitora la conocía muchísimo. Macu, Inmaculada Ayuso Miguelsanz, su madre, era la peluquera del pueblo, una señora «amorosa», excepcional; a su padre, Artemio Rey Agudo, también le recuerdo… Con su hermano Jesús y su cuñada Elisa, mantengo contacto, en especial vía redes sociales.

Los niños, de izquierda a derecha, Honorio, Laura, Inma y Jesús, detrás de ellos el abuelo Luis Alejandro.

Él, Jesús, me ha hablado de su vida y vocación, con mucho cariño. Y también me ha contado quienes fueron sus abuelos paternos: Luis Alejandro Rey Martín (conocido como «el Rizao, de los Morondos), hijo de Nicanor y Sabina, que eran choceros, y Francisca Agudo Sánchez (la abuela Quica), que también era de Chozas, aunque como todos los Agudo debía de proceder de Camarena». Y sus otros abuelos: «Mis abuelos maternos, naturales de Madrona, Segovia, eran Mariano Ayuso García (el «tío Mariano el vaquero») y Cecilia de Miguelsanz García (la señá Cecilia para muchas choceras)«, nos cuenta.

Macu porta la bandera, vestida de negro, con mantilla y peineta, de gala.
Macu, primera por la izquierda, Marita y Milagros Valdés, en una fotografía de la Congregación Mariana, en 1954.
La abanderada de la Congregación, junto al Párroco, Don Siro. Al otro lado, Marita y Milagros, mujer del alcalde, Francisco Álvaro Valdés.

Inma nació en Madrid, el 18 de febrero de 1964, ha cumplido por tanto 60 años. Profesó en diciembre de 1989, cuando tenía 25 años. Tras hacer Bachillerato en Instituto El Greco de Toledo, estudió Ciencias Económicas y Empresariales, en el Colegio Universitario de Toledo, adscrito a la Universidad Complutense de Madrid, donde su hermano mayor Jesús cursó la misma carrera. «La vocación de Inma se manifestó ya haciendo los estudios universitarios -nos sigue comentando su único hermano- y se unió a un grupo de seglares muy religioso llamado Getsemaní«. Para su familia, tan piadosa, el hecho de que se inclinara por la vida espiritual no supuso ningún problema. «Mi madre, obviamente -continúa Jesús- la animaba. Ya sabes lo religiosa que era Macu. Pero le pidió que acabara la carrera antes de profesar…» Y ella hizo lo que le había pedido su madre.

La primera vez que Inmaculada vistió de monja, el día que hizo la Primera Comunión.
La Hermana Inmaculada, ya de novicia. Justo así es como yo la recuerdo, con esa edad, más o menos.

Cuando finalizó la carrera, «uno de sus profesores y político toledano, Lamberto García Pineda, le ofreció un trabajo, pero no lo aceptó. Su vocación era muy fuerte«, nos continúa contando su hermano mayor. Su último acto como seglar, prácticamente, fue acudir a la boda de dos amigos de la pandilla: Paco y Charo. «Seis días más tarde, el 8 de diciembre de 1989, día de la Inmaculada, ingresaba como novicia». Lo hacía en una Orden relativamente joven, fundada por el Padre Mendizábal, jesuita, famoso teólogo y director espiritual, procedente del Opus Dei. «Empezó con tres monjas, Pilar y Josefina» e Inma. «La Orden se llama Fraternidad Reparadora del Sagrado Corazón de Jesús y su Casa Madre está en Oropesa (Toledo)«. En la capilla de dicha Casa Madre hizo los votos Inma.

La Hermana Inmaculada junto a sus padres y hermano mayor, Jesús.
La Hermana Inmaculada, todavía novicia en Oropesa (provincia de Toledo), mira feliz y sonriente a sus padres.

«Cuando Inma había unas 10 monjas, más o menos -continúa recordando Jesús- por tanto es una de las veteranas. Ahora son pocas más de noventa«. ¿Cómo se llama en la actualidad, adoptó otro nombre? ¿Qué tratamiento recibe ahora? Jesús nos cuenta que «no adoptan otros nombres, utilizan los suyos. Así que es la Hermana Inmaculada«, en su Orden, que es de carácter semicontemplativo. ¿Eso qué significa? Que además de la oración, también hacen otras tareas. «Por las mañanas oración y por las tardes realizan tareas de ayuda a sacerdotes de aquellas parroquias que las reclaman, también visitan a parroquianos que las necesitan«, una gran labor.

Con sus padres, cuando ya había profesado.
La Hermana Inmaculada, con sus padres, Artemio y Macu, en el que fue su primer pueblo: Balerma, localidad perteneciente al municipio de El Ejido, Almería.

En la Casa Madre están habitualmente solo las novicias y otras pocas religiosas. «A la mayoría las reparten por toda España, en aquellas parroquias que han pedido su ayuda. Al principio Inma estuvo en la provincia de Almería, en El Huercal, Balerma y El Egido. Después su destino estuvo en Segovia, cerca de donde nacieron nuestros abuelos -continúa Jesús- incluso llegó a conocer a una prima lejana nuestra, segoviana. Eso fueron tres o cuatro años«.

En la actualidad la Hermana Inmaculada está al Sur de la provincia de Badajoz. «Está en Segura de León y otro pueblo de la zona, colindante con Sevilla y Huelva.» El hábito que viste es azul, de tela vaquera y lleva zapatillas del mismo color, en loneta. El velo es blanco para las novicias y azul para las profesas. Su familia puede ir a visitarla, pero deben concertar esas visitas, no siempre se puede. La última vez que lo hicieron era justo después de su cumpleaños, que como hemos apuntado fue el 18 de febrero.

¿Te pregunta por las cosas del pueblo? «Sí, está al tanto de lo que pasa en Chozas, a veces mejor que yo. De todas formas hubo un tiempo en que un par de Hermanas de su Congregación estuvieron en Chozas, cuando era párroco Don Juan Manuel, gran amigo de la familia y una gran persona«. A esas monjas, precisamente, las recuerda con enorme cariño Fray Omar.

Fraternidad Reparadora Apostólica en el Corazón de Cristo Sacerdote:

Las Hermanas viven una vida de austeridad. Su espiritualidad persigue la reparación del Sagrado Corazón de Jesús, por los pecados del mundo y la salvación de la humanidad. Viven de la caridad de la gente y colaboran con actividades parroquiales. Asisten las necesidades de las parroquias que las solicitan, visitan a los enfermos y ancianos, dan charlas y catequesis.

  • Año de fundación: 1977
  • Fundador: Padre Luis Mª Mendizábal Ostolaza
  • Lugar: Oropesa (Toledo) -España
  • Página web: www.padremendizabal.com

Casa Madre:

  • Calle Las Monjas, 13
  • 45560 Oropesa – Toledo (Castilla La Mancha)
  • Teléfono: 925 450243

María José Casarrubios Pérez, la Hermana María José O.C.S.

Congregación de Oblatas de Cristo Sacerdote

María José vivió en el pueblo hasta que cumplió los 22 años y muchos la recordamos rezando en la ermita del Cristo de la Misericordia, algo que por otro lado es muy habitual entre muchos choceros, por ello yo no olvidado haber coincidido con ella rezando en distintas ocasiones. María José, la Hermana María José es hoy una monja de clausura en la Congregación de Oblatas de Cristo Sacerdote y reside en un convento madrileño, que está en la calle Aranaz número 22, en Ciudad Lineal.

María José, con sus padres y hermanos, en la fotografía superior. En la inferior, en el cumpleaños de uno de sus hermanos, Miguel Ángel, con la abuela María Herranz Blanco, a la izquierda, que les observa.

Es hija de Miguel Ángel Casarrubios Turiégano y de Clotilde Pérez Herranz. Sus abuelos paternos son Manuel Casarrubios Casarrubios y Consolación Turiégano Garrido. Los maternos, Marcelino Pérez Turiégano y Emiliana María Herranz Blanco, conocida sólo por María, en el pueblo la llamaban «María la Sixta«, porque su madre se llamaba así, Sixta. A María la recordamos todos porque regentaba en su día una tienda de «chuches» y por allí pasábamos todos los niños, para comprar todo tipo de caramelos, gominolas, pipas, nubes, regalices, frutos secos… Siempre nos recibía con una sonrisa. Todos los abuelos de María José son de Chozas de Canales, todos choceros.

Nacida el 19 de marzo de 1974, es la segunda hija del matrimonio de Miguel Ángel y Cloti, quienes tuvieron 6 hijos: Esther, María José, Ana Belén, Laura, Miguel Ángel y José Manuel. Recuerdo que Miguel Ángel, su padre, fue músico, «tocaba el saxo» nos cuenta Cloti, en una orquesta donde también tocaban Carmelo, Antonio, Manolo… Amenizaban con su música en las fiestas del pueblo y también los festivos en el Bar de Ángel y el Bar de Santos, antes de que hubiera discoteca en el pueblo y los pueblos cercanos.

Cloti nos cuenta que ella no se dio cuenta de la vocación de su hija. «No noté nada. La veía ir al Cristo (la ermita), pero lo veía como algo normal, muchos choceros van al Cristo a diario. Cuando me lo dijo fue para irse, antes ella había ido a algunas convivencias«. Hasta que no estuvo bien segura no les dijo nada a sus padres. Eso sucedió cuando tenía tan sólo 22 años. «Nos lo dijo el 16 de septiembre y en octubre se fue«. En ese momento María José estaba terminando la carrera de Derecho, a falta de una o dos asignaturas. Su vocación era más grande, muy fuerte. Por eso abandonó todo.

La fecha de su ingreso en su orden religiosa fue el 7 de octubre de 1996, como ya hemos dicho, con 22 años, ahora ha cumplido ya los 50. María José fue postulanta 1 año y novicia 2 años. Su madre piensa que su decisión de ser monja de clausura es para toda la vida y que no abandonará su camino de ninguna manera. «Es una decisión muy firme y meditada». La Hermana María José está en una Orden de «clausura-clausura -nos cuenta Cloti, no puede salir, pero a veces podemos visitarla, la vemos en lo que ellas llaman la Huerta«. En esas ocasiones aprovechan para ir a verla todos los miembros de la familia que pueden en ese momento, sus hermanos, cuñadas, sobrinos… Hace nada estuvieron a verla, fueron el pasado 18 de agosto de 2024.

Como le comentaba a Cloti es curioso que ella y por tanto María José de niña y adolescente, vivan o vivieran en el caso de María José, en la calle de Sor Juana de San Antonio. Recordemos que la monja clarisa más ilustre del pueblo, nacida en 1588, ingresó en el convento de Santa Isabel de los Reyes de Toledo, el 8 de septiembre de 1608, saliendo de él ya como novicia clarisa, el 28 de abril de 1620 (tomó el hábito de novicia justo el día anterior). Ella emprendió un largo viaje hasta las Islas Filipinas, pasando antes unos meses en México, junto a Sor Jerónima de la Asunción, para fundar el primer convento de monjas clarisas en Oceanía. Primero cruzaron el Océano Atlántico y después tras su estancia americana, el Océano Pacífico. Nada más llegar al nuevo continente, profesó en Sampaloc (localidad a las afueras de Manila), el 8 de septiembre de 1621. Nos llama la atención esa coincidencia, que su calle fuera precisamente la de Sor Juana de San Antonio.

Siempre que se lo permiten, todos van a visitarla. Aquí, también su sobrina mayor, que lleva su nombre y la abuela María.

¿Qué recuerdo tienes Cloti del día que se ordenó María José? «Fue muy emocionante, sabíamos a la vez que ya no íbamos a estar con ella, que ya no iba a estar con nosotros y eso es muy duro«. La Hermana María José lleva una vida de oración, «allí cada una se dedica a su oficio -continúa Cloti- sé que en su convento antes cosían y encuadernaban, bordaban casullas, mantos para la Virgen». Y supone que seguirán con esas mismas tareas u otras similares. Nos comenta que hay 16 monjas y 4 o 5 postulantes, en la actualidad.

La Hermana María José no se ha olvidado del pueblo y pregunta a su madre por sus vecinas, que le mandan recuerdos con sus padres y hermanos, y por algunas personas con las que ella tuvo más trato como Mari Carmen y Chelo. En cuanto a su hábito, es de color negro con toca blanca y velo negro también. Su tratamiento es el de Hermana y conserva su nombre. Su Orden se encarga de pedir por la protección espiritual de los sacerdotes, rezan para que haya más sacerdotes, más vocaciones.

La Hermana María José tiene actualmente 5 sobrinos, la mayor lleva su nombre. Se bautizó en nuestra Parroquía de Santa María Magdalena, siendo párroco Don Andrés. En cuanto a los sacerdotes que estuvieron más en contacto con ella, tras su vocación, fueron Don Pedro Pablo y Don José Casanova, que fue el que la llevó al convento.

Oblatas de Cristo Sacerdote

«Nuestra misión en la Iglesia, por carisma recibido del Espíritu Santo, es cooperar espiritualmente a la santificación de los sacerdotes y aspirantes al sacerdocio«. Son una Congregación  religiosa de vida íntegramente contemplativa. Lo que significa que viven entregadas totalmente a Dios en  soledad y silencio, en oración constante y penitencia. La palabra oblata significa «ofrecida» y son de Cristo Sacerdote, porque por ellos y por las nuevas vocaciones, viven y se ofrecen en oración cada día.

La Congregación la fundaron el obispo español José María García Lahiguera y María del Carmen Hidalgo de Caviedes y Gómez, el 25 de abril de 1938, en plena Guerra Civil española, en Madrid. A las religiosas de esta Congregación se las conoce como Oblatas de Cristo Sacerdote y posponen a sus nombres las siglas: O.C.S. En la actualidad podría haber un centenar de religiosas, repartidas en sus 6 monasterios, de los cuales cinco están en España y uno en Perú:

  • Monasterio de Madrid (Casa Madre y Noviciado): fundado el 11 de octubre de 1945
  • Monasterio de Salamanca: fundado el 11 de octubre de 1949
  • Monasterio de Huelva: fundado el 2 de febrero de 1962
  • Monasterio de Moncada: fundado el 2 de febrero de 1979
  • Monasterio de Toledo (Juniorado): fundado el 7 de septiembre de 2002
  • Monasterio de Moyobamba (Perú): fundado el 8 de septiembre de 2009

La casa madre de Madrid, donde vive la Hermana María José, es además la Curia General del Instituto. La actual Madre General es la monja española Teresa López Orozco, la Madre Teresa.

El principal fin de las oblatas es la oración por la santidad de los sacerdotes y seminaristas. Siguen las palabras de Jesucristo en la Última Cena: «Padre, yo te ruego por ellos, y por ellos yo me ofrezco en oración para que sean santificados en la verdad». Este carisma fue aprobado por la Iglesia católica y recibieron el reconocimiento como congregación de derecho pontificio el 24 de enero de 1967

La vida de las Oblatas está consagrada absolutamente a Dios, a quién dedican todas las horas del día. Llevan una vida sencilla, en silencio y alegría. Se dedican a la oración, ese es el eje de su vida, por Cristo y los sacerdotes. A las 9.00 horas celebran la Santa Misa, el momento central de su día. Continúan la jornada con la Liturgia de las Horas. La oración también la alternan con horas de trabajo. Cada una de las Hermanas realiza sus funciones, la sacristía, la cocina, la costura, la huerta, trabajos de encuadernación, limpieza, el torno, mantenimiento del convento…. Cada una da lo mejor de sí misma.

Realizan la comida, e igualmente el desayuno o la cena, en el refectorio. En un acto de comunidad. Mientras, escuchan alguna lectura religiosa. Los domingos cuentan con canto gregoriano y los días festivos música clásica. A primera hora de la tarde rezan el Santo Rosario, en comunidad, reunidas en torno a la Madre.

Las primeras etapas de la vida religiosa de una oblata son: aspirantado, postulantado, noviciado y juniorado. Durante todas las fases reciben formación en temas de teología, Sagradas Escrituras, vida religiosa, espiritualidad…Esta formación la comparten entre todos los Monasterios de la Congregación.

Para ellas es muy importante el canto gregoriano. Cada noche, después de la cena las oblatas tienen ensayo de canto gregoriano, en donde las preciosas melodías se hacen oración. Los domingos y días festivos, la Santa Misa y Horas litúrgicas mayores las cantan en Gregoriano. Atesoran estos cantos porque les ayudan en la vida contemplativa, que han elegido. El final del día, lo marca el rezo de completas. Siempre hay una oblata que se levanta a media noche para hacer turno de oración, a los pies del sagrario. Hasta el sueño de una oblata sigue siendo de oración.

Monasterio de Santa María de la Almudena (Oblatas de Cristo Sacerdote)

Omar Pérez Martín, Fray Omar María de la Cruz

Congregación de los Hermanos Fossores

Es hijo de Mercedes Martín Ortíz, hija de Julián Martín Bargueño («Cantero»), natural de Chozas de Canales (hijo de Santiaga y Miguel), y de Isidra Claudia Ortíz Espinal, nacida en Ojuelos Altos (Córdoba). Su padre es Jesús Pérez Alhambra, hijo de Wenceslao Pérez López («Revive»), natural de Chozas de Canales, y de Andrea Alhambra Ruíz, nacida en Bargas (Toledo). Ha profesado como religioso en la única Comunidad que se encarga de enterrar a los muertos y rezar por vivos y difuntos cristianamente; y cuidar los cementerios donde además viven. Una Comunidad muy curiosa, nacida en Guadix, Granada. Fray Omar actualmente está destinado en el convento-noviciado, en Logroño, la capital de La Rioja, el mismo lugar donde hizo con antelación su noviciado.

Con él hemos tenido la oportunidad de hablar directamente. Nos ha contado parte de sus recuerdos. Desde los 3 años tenía una gran devoción por ir a la Ermita del Cristo de las Misericordias «y también en ir a misa, junto a mi tía Josefina, a la que tengo como abuela, ya que no conocí a la madre de mi madre (Isidra Claudia). Pese a no haber conocido a mi abuela materna la quiero mucho por lo bien que me han hablado de ella en la familia y la gente. Josefina es la mujer del fontanero Tomás -hermano de su abuelo materno- con ella iba al Cristo y a misa, si era posible todos los días». No quiso estudiar y pronto se puso a trabajar, nos contó también antes Merce, su madre.

«Ingresó en una Congregación en la que son adorables, son muy pocos… Ahora le veo cuando él quiere, también puedo ir a verle cuando yo quiera… A veces me da sorpresas y se presenta en el pueblo para hacer una visita relámpago, como lo ha hecho para el bautizo de su sobrina Dafne«, continúa contándonos Merce.

Se consagró como fraile en Guadix, Granada, nos adelantaba su progenitora. «Ahora está en Logroño. Se dedican a rezar durante los entierros e incineraciones, viven en el cementerio. Llevan una vida tranquila, de silencio y soledad, de oración y hacer el bien. Hace poco ha hecho un curso y puede administrar el Cuerpo de Cristo y ayudar en la capellanía del Hospital San Pedro, 2 veces en semana. Estoy muy orgullosa y soy feliz, porque le veo feliz«. ¡Qué palabras más bonitas! «Igual que vino al bautizo, también lo hizo a las confirmaciones, cuando se confirmó mi sobrina Lucía», continúa Merce.

Fray Omar con la Cruz, al fondo las tumbas del cementerio.

Llevan hábito carmelita, túnica y escapulario marrón, correa a la cintura y capa en blanco crudo. Merce y Jesús tienen 4 hijos: Lorena (34), Jesús (31), Omar (27) y Claudia (24). La última es la madre de Dafne a cuyo bautizo vino al pueblo Fray Omar recientemente. Merce nos ha facilitado el contacto con su hijo, quien pasa a contarnos su vocación y las cosas que hace en primera persona, cuando sus tareas y las mías nos lo han permitido.

Fray Omar quiso ser nazareno y procesionar en Semana Santa desde que era muy pequeño. Su familia está muy unida a esta Agrupación de Nazarenos del Cristo.

Nos cuenta que su bautizo fue el 15 de marzo de 1997, y que fueron sus padrinos «mi tía María del Mar Martín Ortíz, hermana de mi madre, y mi tío Francisco Javier Pérez Alhambra («Cano»), hermano de su padre. El sacerdote fue Don Juan Carlos Rubio Velasco. Este párroco habló de la posibilidad de crear una Agrupación de los Nazarenos, para acompañar a todas la imágenes que salen en procesión en Semana Santa. Y lo hizo con la ayuda de la Asociación de Mujeres». Dos o tres años después -según recuerda- nació la del Cristo, hacia el año 2000. «Mi madre me cuenta que yo cuando era muy pequeño lloraba porque quería salir con los nazarenos. Con 6 años salí la primera vez, luego he sido el primer niño en la Agrupación«. En ella estaban José Ignacio Sánchez Izquierdo, marido de Marimar, su tía, y la hija de ambos, Bibiana. Luego entró él, Omar, más tarde su primo Nacho (hijo de los anteriores), después su hermana Claudia y finalmente todos sus sobrinos, que lo han hecho por orden cronológico. La Agrupación está muy unida a toda su familia. «Mi tío y mi primo estaban desde la fundación de la Asociación y yo desde los 6 años, hasta que ingresé en la Comunidad».

Cuando se preparaba para hacer la Primera Comunión le tocó de catequista su tía Josefina, hermana de su abuela Isidra Claudia. Josefina era la mujer de Tomás, quién de soltero, por cierto, vivía en mi misma calle de San Sebastián, y que además me salvó la vida de pequeña. Un día de verano estando en el río con más familiares y amigos, y caminando por el Guadarrama, sin haber aprendido antes a nadar, caí en un zanjón (zanja grande de agua más profunda), en el que yo ya no hacía pie. Él fue la persona que se dio cuenta de lo que me estaba pasando, y me sacó. Nunca lo olvidaré, era muy pequeña. Él y su hermano menor Pablo estaban paseando por el río cuando Tomás advirtió que yo estaba tragando agua, estaba en apuros. La gente que estaba conmigo, en el grupo de mis familiares y amigos, no se habían enterado de nada. Son episodios que nunca se olvidan. Eternamente agradecida.

Para Fray Omar su tía Josefina ha sido y es muy importante en su vida «de misa diaria, gracias a ella conocí la Iglesia, la acompañaba a las novenas, al rezo del rosario, a todo. El Jueves Santo me llevaba a velar ante el Monumento. Yo ya había salido en la procesión de las 20.00 horas, después salía en la Procesión del Silencio, y después la acompañaba a velar hasta las 02.00 o 03.00 horas de la madrugada. Recuerdo que me quedaba dormido y como me zarandeaba para despertarme«. Ella se fue de jovencita a una Congregación Religiosa a Barcelona «que en su día formaba a mujeres de pueblo para trabajar como empleadas domésticas en casas en Madrid«. En la capital las dos hermanas conocieron a sus respectivos maridos, «el tío Tomás y al abuelo Julián («Cantero»), que eran hermanos». Dos hermanas Josefina e Isidra Claudia se casaron con dos hermanos, Tomás y Julián.

Fray Omar comulgó con 9 años, el 28 de mayo de 2006, estando de sacerdote Don Juan Carlos Rubio Velasco, el mismo que le había bautizado. Poco después nombraron párroco a Don Juan Manuel Uceta Renilla «es un santo, que vio la falta que hacía evangelizar en el pueblo. Tiempo después en una misa anunció que a partir del curso siguiente vendrían 2 religiosas a ayudarle», casualmente de la Congregación Religiosa de la Hermana Inmaculada. «Vinieron 2 hermanas de la Fraternidad Reparadora Apostólica en el Corazón de Cristo Sacerdote. Yo tenía unos10 años y me sorprendieron muchísimo. No tenían nada que ver con lo que yo tenía en la cabeza de lo que era una religiosa. Gracias a ellas y a Don Juan Manuel estoy hoy aquí como religioso«, nos cuenta.

Recuerda a Cristina, Julia, Esther, Paola, Elena y Carina, de esa Congregación Religiosa. A la Hermana Inmaculada también la conoció, porque en su Casa Madre de Oropesa el día más cercano a la festividad de la Sagrada Familia, hacen una jornada de fraternidad, a la que puede asistir todo el mundo que lo desee. «Así la conocí y también la volví a ver cuando en alguna ocasión fue a visitar a sus padres (la cuñada, Elisa y el hermano Jesús, de la Hermana Inmaculada, matizan que en realidad pasaban a recoger verduras y hortalizas de la huerta de Artemio, porque tienen prohibidas las visitas familiares, salvo en los casos de que esté muy próximo el fallecimiento de los progenitores). Recuerdo que falleció primero Macu, su madre, y después Artemio, su padre«. Al hablar de Macu, Fray Omar me cuenta que ella fue la persona que le enseñó a rezar el rosario. «A ella le debo saber rezarlo, cuando iba con mi tía ella lo rezaba, media hora antes de la misa. Como iba a diario, yo lo aprendí rápidamente y cuando falleció Macu, yo me quedé dirigiéndolo, la sucedí de manera natural«.

Fray Omar nos cuenta que a los 12 años ya sintió la llamada, así como que siempre ha tenido claro que él no quería ser sacerdote. «Quería dedicarme a la vida religiosa en una Comunidad como la de las Hermanas, muy estricta y austera«. A diferencia de otros niños, si fray Omar suspendía (los estudios no eran lo suyo) su madre no le castigaba sin jugar, le castigaba sin ir a misa y a la Ermita. «No quise estudiar porque soy muy nervioso, era imposible». También tiene cariñosas palabras para Chelo «una persona clave en este pueblo, es una santa, un ejemplo a seguir«, desde luego que sí, una gran mujer. Hubo momentos en que se alejó un poco de la iglesia, durante la adolescencia, «iba y venía», tenía dudas. «Pero siempre volvía a la iglesia en Cuaresma y Semana Santa, aunque hubiese estado 4 meses sin aparecer».

También recuerda a un sacerdote, un párroco que de buenas a primeras «nos dejó huérfanos«. Después de haber tenido a Don Juan Manuel y las Hermanas, de la entrañable despedida que les hicimos, llorando incluso en el salón parroquial, vino un momento difícil, con su sucesor. Se formó en el Seminario de Toledo, pese a que venía de otras tierras. «Es muy buen predicador pero estaba pasando un mal momento y en Chozas pensamos que lo pagó con el pueblo, por así decirlo. Con él me Confirmé el 13 de abril del año 2013, con 17 años». Omar también cantaba en los dos coros de la Parroquia, en uno de ellos con Cloti (madre de la Hermana María José), Sole, Chus, Belén, Enrique… Le gusta mucho cantar, pese a que nos dice que no lo hace nada bien. Me ha recordado a Fray Miguel Antón (1570-1597), aunque de este está escrito que «era el mejor cantor que había en el mundo». Me gusta comparar la vida de los dos frailes de Chozas de Canales. En realidad Fray Omar es el tercer «Fray Chozas», dado que contemporáneo de Fray Miguel tuvimos también a Fray Pedro Fernández «de Chozas» (1572- no se conoce fecha de fallecimiento) al que yo también he encontrado en distintos manuscritos. Y del que en el pueblo no se sabía nada, al menos en la actualidad. Su partida de bautismo figura dos años después de la de Fray Miguel, en 1572.

Volviendo al episodio del Párroco que de la noche a la mañana dejó el pueblo, sin despedirse, recuerda unos momentos difíciles. Siguieron meses en que las labores sacerdotales las ejercieron otros dos «párrocos in solidum», que llevaban entre 3 y 5 pueblos cercanos. Fallecido Máximo, el sacristán, Omar empezó a hacer las labores de éste. «Nos abandonó después de Navidad y hasta septiembre no hubo un nuevo sacerdote. Vino Don Pedro Jesús Carpintero Organero, un santo sin duda. Por el cual yo conozco a Santa Ángela de la Cruz y su Compañía. El me regaló por mi 20 cumpleaños una imagen de la Virgen del Carmen, por la devoción que sabía le tengo, y mi primer libro de Santa Ángela de la Cruz. Esta santa nació el mismo día y mismo mes que yo, ella en 1846«. Por ella, por Santa Ángela de la Cruz, lleva Fray Omar «de la Cruz» como apellido religioso. El segundo nombre, María, era antiguamente obligatorio para todos los religiosos del Instituto. Su nombre completo es por tanto: Fray Omar María de la Cruz.

De izquierda a derecha, Fray Hermenegildo; Superior General-Fray Rafael, el más antiguo y mayor; Fray Omar María de la Cruz, y Fray Alberto, que ya ha fallecido.

Nos sorprende que Omar eligiera una Orden tan poco conocida. Y él mismo nos lo cuenta. En realidad en televisión él había visto que existía esta Comunidad, pero cuando comentaron que vivían en el cementerio descartó profesar en ella. Años después volvió a ver un vídeo que hablaba de ellos y les llamó por teléfono. Ellos le dijeron que fuera a conocerlos y eso es lo que hizo. Fue para la festividad de Nuestra Señora del Carmen y lo pasó junto a ellos. «Quedé enamorado de la espiritualidad y carisma de la Comunidad, de su vida muy sencilla y tranquila. Son personas mayores, cuando yo entré el más joven tenía 60 años. En principio en la Orden habían llevado una vida muy dura. Con el Concilio Vaticano II cambiaron muchas cosas, como en otras comunidades. Ellos en sus comienzos cavaban las fosas para los enterramientos, no tenían agua potable, ni luz eléctrica, hacían ayuno, dormían en tabla, y se sometían a disciplina (flagelarse) los viernes… todo esto cambia tras el Concilio Vaticano II. Yo quedé enamorado«.

De izquierda a derecha, Fray Omar, Fray José María (Superior de Logroño) y Fray Albeiro.

Los Hermanos Fossores le dijeron que se marchara de nuevo a su pueblo, nuestro pueblo, y los visitara de cuando en cuando, pero como Omar no trabajaba en ese momento les pidió que le dejasen entrar y «me admitieron el 14 de agosto de 2021, víspera de la Solemnidad de la Asunción de la Virgen a los Cielos en cuerpo y alma». El Instituto tenía como patrona primero a la Virgen del Carmen, (abogada de las ánimas del Purgatorio), y a San José (abogado de la buena muerte). Alguna autoridad de la Iglesia aconsejó a los Hermanos Fossores que nombraran como patrona a la Virgen de la Asunción, ya que la Virgen del Carmen es una advocación, mientras que la Asunción de la Virgen es un dogma. Y eso hicieron. Curiosamente los padres franciscanos (Fray Miguel y Fray Pedro lo eran) y las monjas clarisas (Sor Juana de San Antonio, fue monja clarisa y por tanto también pertenecía a la orden franciscana) han sido firmes defensores de este dogma, el de la Inmaculada Concepción.

Momento cumbre de la profesión simple de Fray Omar, el pasado 12 de octubre de 2023, en la capilla del Retiro de San José, en Guadix (Granada).
El pasado 12 de octubre de 2023 en el momento de la firma, que da comienzo a la vida religiosa. Durará un periodo de 3 años. El 12 de octubre de 2026 profesará perpetuamente.

Fray Omar hizo el postulantado en Guadix, Granada, el 12 de octubre de 2021, día de la Virgen del Pilar, inició el noviciado en Logroño. Tuvo un pequeño periodo de duda, incluso llegó a dejar la Comunidad «por el demonio«, que le hizo dudar. Después tras hacer el Camino de Santiago con su mejor amiga, Marta Layos, volvió a llamar a la Comunidad. Regresó el 12 de octubre de 2022, iniciando de nuevo el noviciado «y hasta hoy«. En este momento es profeso simple. Profesó el 12 de octubre de 2023, en una emotiva ceremonia a la que acudió toda su familia y algunos amigos. Esta nueva etapa durará 3 años, «si Dios quiere el 12 de octubre de 2026 lo haré perpetuamente». Fray Omar recuerda la tranquilidad que tuvo los días anteriores a la ceremonia y lo nervioso que se puso ese día. Fue un día muy importante para todos.

Fray Omar el día en que profesó en la capilla del cementerio de Guadix, con la asistencia de sacerdotes y amigos de los Fossores. El ayuntamiento accitano estuvo representado por la concejala, Encarnación Molero.
De nuevo, Fray Omar, el día que profesó, aquí con su sobrina Dafne en brazos, y otros miembros de su familia biológica (padres, hermanos, sobrinos, tíos primos…). Y también algunos miembros de su familia espiritual.

Después fue a Sevilla a visitar el lugar donde reposan los restos mortales de la santa a la que tanto admira, Santa Ángela de la Cruz, «fuí donde está su cuerpo incorrupto, por ella elegí este camino. Estoy muy contento y feliz«.

Fray Omar rezando en Sevilla ante Santa Ángela de la Cruz.

Para su madre también fue duro, como en el caso de Cloti. Estaba muy unida a su hijo, lo llevó muy mal. Al principio todos los días le llamaba llorando… «Ahora que llevo 2 años de seguido, ve que yo estoy feliz y que estoy viviendo lo que siempre he querido vivir«, como ella misma me contaba también.

A la Hermana María José, la hija de Cloti, también la ha conocido, porque el párroco actual del pueblo, Don Pedro Carpintero, casualmente había coincidido con la Superiora General en Perú, en el monasterio que tienen en Moyobamba estas religiosas, cuando estuvo destinado hace tiempo en este país. Don Pedro le propuso ir a visitarlas a Madrid y eso hicieron. Cuando le pregunté ¿qué recordaba del día que se acercó a conocer a la Hermana María José? Fray Omar me respondió «que estaba conociendo a dos santas«. La «otra santa» era la Madre Teresa, la Superiora General. Fray Omar recuerda que ese día comieron con ellas, separados por las rejas de clausura, y que antes de irse ambas Hermanas le pidieron su bendición a Don Pedro Carpintero. «Se pusieron las dos de rodillas y Don Pedro las bendijo». Muy emocionante.

Hermanos Fossores de la Misericordia

No deja de sorprenderme este Instituto religioso, para mí desconocido hasta este momento. Fray Omar nos habla de él. «Nació el 11 de febrero de 1953, en Guadix, Granada. El fundador, Fray José María de Jesús Crucificado era ermitaño, en las Ermitas de Córdoba. Estaba al cuidado de los cementerios de las Ermitas. El Señor le llamó para fundar una comunidad al servicio de los difuntos y sus familiares. Junto a otro religioso, Fray Bernardo María de la Cruz fundan el Instituto Religioso de Hermanos Fossores de la Misericordia (llevan en el nombre el de nuestro Cristo). Estuvieron en Huelva, Jerez de la Frontera, Pamplona, Vitoria, Logroño y Mallorca«. En la actualidad solo están en Guadix y Logroño. El convento-madre está en una casa cueva, colindante con el cementerio.

En Logroño, donde reside Fray Omar, el edificio sí que está dentro del cementerio. Cuentan con capilla y distintas dependencias adecuadas al siglo XXI. Allí transcurren sus días entre rezos y trabajos, asistiendo espiritualmente en entierros e incineraciones. Los Hermanos llevan también parte del trámite administrativo del cementerio. Es Fray Omar quién está por las tardes en la oficina. Rezan la Liturgia de las Horas, el rosario (ese que que tan bien aprendió a rezar Fray Omar, gracias a su tía Josefina y a Macu), el Ángelus, los jueves por los sacerdotes y vocaciones, los viernes el Vía Crucis (devoción muy querida y valorada por Fray Omar, que gracias a las Hermanas de la Cruz, adquirió «un gran amor a la Vía Dolorosa de Nuestro Señor»). Los sábados rezan la Sabatina, y los domingos tienen Exposición Eucarística. El momento cumbre de su día es la celebración de la «Santa Eucaristía» (misa). Todos los días rezan «por las benditas almas del Purgatorio», a quién yo también he rezado alguna vez. Me recuerda la importancia de acordarnos de ellas, «porque las ánimas necesitan nuestros rezos para subir al Cielo, necesitan ayuda humana», yo esto, lo confieso, lo había olvidado y me ha parecido muy interesante… volver a pensar y rezar a las Ánimas del Purgatorio, para ayudarlas en ese tránsito que deben hacer. Recuerdo que en mi adolescencia me contaron que si rezas a las Ánimas del Purgatorio para despertarte a determinada hora, ellas no fallan. Y también, que pude comprobarlo… Lo había olvidado, me lo contó mi madre.

En el apogeo de la Institución llegaron a ser 30 o 35 frailes. Ahora con lo mal que están las vocaciones son poquísimos, sólo 6. «Gracias a Dios han entrado 3, pero han muerto 3 también» por eso se alegran tanto con las 3 nuevas vocaciones, al menos mantienen su número. Su Superior, Fray José de María tiene 60 años. Ante la escasez de sacerdotes en la Diócesis riojana, Fray Omar ha recibido formación y preparación para poder administrar la Santa Comunión y celebrar la Liturgia de la Palabra. En este momento presta ayuda en la capellanía del Hospital de San Pedro, en Logroño. Ojalá se produzcan más vocaciones, tal vez las de nuevos postulantes que al leer este reportaje sientan la llamada, como en su día le ocurrió a Fray Omar, al ver un reportaje en televisión.

Por último, Fray Omar desde aquí hace un llamamiento a todos los hombres con inquietud vocacional. «Dios sigue llamando a cada uno para una vocación concreta y pensada, desde la eternidad por Él. Ahora está en nosotros responder. Y como no es lo mismo leerlo, o que te lo contemos, que vivirlo… Venid a conocernos y veréis cómo entre «tumbas» se puede ser plenamente feliz. Porque tras esas «tumbas» está Cristo Resucitado y Glorioso». Ójalá que sí, dicho queda.

Congregación de los Hermanos Fosores de la Misericordia

Es una Congregación religiosa católica masculina, dedicada al mantenimiento de cementerios y a la asistencia en entierros. Su fundador fue Francisco Victoriano Linares Garzón, que adoptó el nombre religioso de Fray José María de Jesús Crucificado (1919 – 2011). Estaba a cargo del cementerio de la Orden de San Pablo y San Antonio Abad. La primera comunidad de Hermanos Fossores de la Misericordia se trasladó al cementerio de Guadix e inició su actividad el día 11 de febrero de 1953. Seguidamente se fundaron comunidades en los camposantos de Jerez de la Frontera (1959), Huelva (1962), Vitoria (1963), Pamplona (1965), Logroño (1966) y Felanich (1969). En la actualidad sólo mantienen presencia en Guadix y Logroño.

El carisma de la orden se basa en el cumplimiento de las dos últimas obras de misericordia: enterrar a los difuntos y orar por vivos y muertos. Los fossores habitan comunitariamente en camposantos, llevando una vida contemplativa-activa. Su espiritualidad se centra en la Eucaristía, Liturgia de las Horas, rezan el Santo Rosario y hacen oración a lo largo de toda la jornada.

Entre sus labores están la acogida al difunto y cortejo fúnebre en la entrada al camposanto, procesión al lugar del enterramiento, bendición del sepulcro, oración de los fieles y despedida del duelo. También se encargan de la custodia, limpieza y administración de los cementerios. En cuanto a su sustento, la retribución que perciben de los Ayuntamientos por realizar dichas tareas, es su única fuente de ingresos.

Su principal labor no es solo cuidar el cementerio, sino y, en especial, acoger a los que lo visitan y ofrecer una palabra de consuelo y de esperanza, desde la fe en el Dios de la vida.

La propia Diócesis de Guadix (Granada) se hizo eco de la nueva incorporación de Fray Omar a los Fossores de la Misericordia: «Desde el pasado 12 de octubre (2023), hay un nuevo hermano fossor: Omar Pérez Martín, natural de la localidad de Chozas de Canales (Toledo), que ha profesado tras realizar su noviciado en Logroño, donde también permanece como fraile. La celebración de esa profesión tuvo lugar en la capilla del cementerio de Guadix y a ella asistieron sacerdotes de la ciudad y un buen número de amigos de los Fossores. También el ayuntamiento accitano estaba representado en la concejala encargada del cementerio, Encarnación Molero«. La nueva incorporación significa que el Señor sigue llamando, sigue dando vocaciones, para este servicio de enterrar a los muertos y llevar el mensaje de esperanza y de resurrección a los vivos, como explicaba Fray Hermenegildo, Superior de la Comunidad de Fossores en Guadix. Fray Omar, es pues toda una esperanza, para el futuro de esta Congregación, «que se mantendrá mientras Dios quiera», como mantiene Fray Hermenegildo.

Fossor, con dos s, viene de fosa. Su día a día, como nos ha contado Fray Omar, está repleto de oración y tareas mundanas. Se levantan a las seis de la mañana, abren y cierran la cancela de sus camposantos, realizan la limpieza, el cuidado de los jardines, acompañan durante los entierros a los finados y su familia, y también están presentes, cuando es preciso, mientras se extraen los ataúdes, para reducir los huesos que yacen en su interior y dejar hueco en la sepultura a otros restos, asisten a misa y rosario diario, rezan, rezan mucho, por los muertos y también por los vivos, a los que consuelan. ¡Qué gran labor!

Hermanos Fossores de La MisericordiaGuadix (Granada)

  • Dirección: Cementerio Municipal San José de Guadix – Camposanto San José
  • Calle Venus de Paulenca, 19
  • 18500 Guadix (Granada)
  • Teléfono: 958660315
  • Email: fossoresguadix@gmail.com

Hermanos Fossores de La MisericordiaLogroño

  • Dirección: Cementerio y Crematorio Municipal de LogroñoCamposanto de Nuestra Señora del Carmen
  • Carretera de Navarra, 0
  • 26009 Logroño
  • Teléfono: 941 252 197
  • Email: hermanosfossores@gmail.com

¡Qué Dios bendiga a estos tres religiosos de Chozas de Canales, de los siglos XX- XXI! Ellos han tenido la valentía de seguir los pasos de esos otros tres religiosos del siglo XVI-XVII… Dios ya les ha bendecido con su vocación y entrega. ¡Son un orgullo para nuestro pueblo! Como lo fueron y son los otros…

Me emociona haber recogido los principales detalles de sus vidas, para que puedan permanecer por siempre en nuestra memoria, y en las de los siglos venideros. Están unidos para siempre a nuestra historia… Y hablando de historia, no podemos olvidarnos de 2 religiosas más, muy relacionadas con el pueblo…

Dos nombres más, otras 2 religiosas muy vinculadas al pueblo

No podemos dejar de mencionar, por su trascendencia y especial conexión con el pueblo de Chozas de Canales a dos religiosas más. La más antigua en el tiempo es nada menos que la Marquesa de Canales, María Teresa Coloma y Tilly, nacida en La Haya (Holanda), el 2 de octubre de 1690. Falleció en el Monasterio de San Joaquín y Santa Ana (Valladolid), el 11 de diciembre de 1755. Noble, tanto por parte de padre como de madre (Dorotea Maximiliana Tilly, hermana del príncipe de T’serclaes de Tilly), benefactora de los más necesitados, monja cisterciense (OCist.), recoleta mística. Y… III Marquesa de Canales, título que heredó de su padre Francisco Manuel de Coloma, II marqués de Canales; y que su progenitor heredó a su vez de su hermano, Pedro Coloma y Escolano, I marqués de Canales y Yunclillos, que falleció sin descendencia. El I marqués de Canales adquirió dicho título en 1680, concedido por el rey Carlos II el Hechizado.

Para no contrariar a su padre, se casó con el conde Boucoben. Pronto se quedó viuda y pudo consagrarse a Dios en cuerpo y alma, como siempre había deseado, profesando con el hábito monástico de las recolectas, la observancia cisterciense más estrecha que entonces existía en Valladolid. María Teresa Coloma y Tilly no se olvidó de su convento, a la hora de hacer testamento, dejándole su cuantiosa fortuna y todas sus joyas. Y sí lo hizo del pueblo de Chozas de Canales, dado que dejó sus tierras al Cabildo de Racioneros de Santa María de la Villa de Navarrete (lugar de donde procedía su familia). Tras la muerte de la marquesa, las descontentas gentes de Chozas, que debían seguir pagando anualmente ahora al Cabildo de Navarrete, se alzaron contra esta resolución, solicitando el tanteo para recuperar el Señorío de la Villa. El 17 de noviembre de 1771 Chozas dejaba de ser villa de señorío pasando a ser realenga, es decir dejaba de ser de señorío y de ninguna orden, pasando a pertenecer al Estado.

La otra religiosa es contemporánea nuestra, la Hermana María Ángeles O.C.S. de la Congregación de Oblatas de Cristo Sacerdote. Pese a que no nació en el pueblo, es hija de madre chocera, María Ángeles, conocida como Angelines. Es también monja de clausura, y casualmente vive su vocación religiosa en la misma Orden y en el mismo convento madrileño de la Hermana María José O.C.S., en la calle General Aranaz, 22.

Firmado: Dori Rodríguez 08/09/2024

Sobre la autora:

Dori Rodríguez García nacida en Chozas de Canales (Toledo – España). Periodista, Licenciada en Ciencias de la Información, en 1987, en la Universidad Complutense de Madrid. Becaria en el Gabinete de Prensa de Televisión Española. Trabajó en las revistas «Tele-Ticket», «Mucho más», «Cómplice» y «Greca» de la Editorial española Sarpe y posteriormente de la editorial alemana Axel Springer. Seguidamente, siguió su labor en otra editorial española, Globus Comunicación, en las revistas «Bricolaje y Decoración», «Brico», «Cocinar Hoy», «Cocina Semanal», «Decoración clásica», «Casas de siempre» y «Cocina Ligera», donde ejerció de redactora jefe. Actualmente es Directora Adjunta de la revista digital: Nutriguia.com y Directora también de Adoronews.com


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