Desde el momento en que la decisión está tomada, con suficientes meses de antelación, la cuenta atrás se convierte en un juego en el que él y tú moveréis todos los resortes hasta llegar a la meta, al objetivo de la contrarreloj. Esa boda que siempre habías soñado sólo se hará realidad con buena coordinación, tras planificar minuciosamente cada una de las tareas. Algunas deberéis afrontarlas necesariamente en equipo, otras podréis emprenderlas por separado. Tomar buena nota de las siguientes recomendaciones, será un valiosísimo aliado para descartar olvidos imperdonables o sobresaltos, y hacer brillar, más que nunca, vuestras dotes de organización.
El calendario nupcial mueve las hojas a una velocidad de vértigo, que se acrecienta todavía más los últimos meses. Trajes, anillos, banquete, invitaciones, lista de boda, viaje… absolutamente todo debe disponerse en el momento adecuado, para garantizar un resultado redondo, como vosotros dos lo deseáis.
12 meses antes
–Acordar la fecha de la boda. Es importante tener en cuenta los días de mayor demanda en iglesias, juzgados y restaurantes.
–Elegir el tipo de ceremonia, civil o religiosa, familiar o multitudinaria, y elaborar un presupuesto previo de gastos generales. Comunicar los planes a las respectivas familias y averiguar si por una o ambas partes podréis contar con algún tipo de ayuda económica. En caso necesario, acudir a diversos bancos para tramitar un crédito.
–Pensar en un restaurante, hotel o salón para el banquete; también se puede optar por un servicio de cattering si se dispone de suficientes metros cuadrados o grandes jardines. Existen firmas especializadas que ofrecen menús tan sofisticados o funcionales como se deseen.
–Hacer una primera lista de invitados, para conocer el presupuesto de la celebración, según los diferentes menús ya consultados.
10 meses antes
–Antes de abonar la señal estipulada como reserva en el restaurante, hotel o salón elegido, preguntar si disponen de fotógrafo en exclusiva o recomendados, si fuese en exclusiva significa que nadie podrá realizar reportaje fotográfico salvo ese fotógrafo, o que deberéis encargarle un mínimo de fotos, para que otro profesional o algunos invitados puedan llevar sus cámaras fotográficas y de vídeo. Conviene preguntar también en la iglesia, donde siempre suelen tener un fótografo autorizado.
–Visitar establecimientos en los que sería interesante poner la lista de boda. Cuentan que la millonaria Bárbara Hutton inventó este sistema, al comprobar que varios de sus invitados le habían hecho el mismo regalo.
–No poner lista de bodas puede traer consigo reunir 8 juegos de café, por ejemplo.
–Si tenéis vivienda propia, es el momento de concretar lo más necesario de la decoración o de plantear alguna pequeña reforma.
6 meses antes
–Verificar si la novia ha pasado la rubeola. Si no se tiene seguridad, un simple análisis de sangre revelará si existen anticuerpos. En caso contraio es necesario vacunarse, aproximadamente 5 o 6 meses antes de una posible gestación. Durante esos 5 o 6 meses hay que evitar un posible embarazo. La rubeóla podría contagiarse a las mujeres embarazadas y transmitirse al feto, produciéndole cataratas, sordera, mutismo…
–Empezar a preparar la documentación necesaria para la boda. En el matrimonio canónico los novios tendrán que aportar sus partidas de bautismo, las de nacimiento, un certificado que acredite que se han cumplido las amonestaciones y otro que especifique que los novios han efectuado el obligatorio cursillo matrimonial.
–Los que vayan a contraer matrimonio civil deberán presentar las partidas literales de nacimiento, los certificados de empadronamiento de los dos últimos años, fotocopias de los DNI y las declaraciones de soltería de ambos.
–Elegir y encargar el vestido de novia, si su confección va a estar a cargo de una modista o de una casa especializada.
–Si habéis pensado alquilar una vivienda, conviene no postergar la elección y contrato.
3 meses antes
–Si deseáis disponer de un complemento a la Seguridad Social, examinar las sociedades médicas existentes (Sanitas, La Fraternidad, Asisa…), ya que casi todas exigen un plazo mínimo de cotización previo a la prestación de determinados servicios.
–Si va a tener lugar la llamada «petición de mano», lo habitual es celebrar una comida o cena, en casa o a cargo de los padres de la novia. Muchos futuros cónyuges intercambian un regalo, que suele ser un anillo o pulsera como obsequio del novio a la novia, y un reloj, regalo de la novia al novio.
–Encargar las invitaciones. Las tarjetas deberán notificar la fecha y el lugar exacto de la ceremonia, así como del local elegido para la celebración. Se suele incluir también uno o dos números de teléfono, en los que se solicita confirmación de asistencia.
–Revisar el pasaporte si se piensa viajar al extranjero o comprobar que el DNI no caducará en fechas próximas.
–Si el novio prefiere hacerse un traje a la medida, encargarlo. Si decide comprar uno ya confeccionado, puede empezar a visitar varios establecimientos. Cuando se ha elegido un chaqué, se puede contemplar también la posibilidad de alquilarlo.
2 meses antes
–Si procede, contactar con las damitas y pajes, que portarán los anillos y las arras. Acordar con los padres su vestuario.
–Comunicar la fecha de la boda en el lugar de trabajo, para programar las tareas o que busquen un sustituto, en su caso.
–Someterse a un chequeo médico prematrinonial, que debe incluir una revisión ginecológica y el análisis del grupo sanguíneo. Si la mujer es Rh+ no habrá problemas, igual que cuando los dos miembros de la pareja son Rh-. El conflicto puede surgir cuando la mujer es Rh- y el varón Rh+, porque el feto Rh+ provocaría la sensibilización de la madre respecto a un segundo embarazo. Lo que hay que hacer en tales casos, es vacunar a la madre en el momento del parto.
–Empezar a delegar tareas. No es difícil encontrar hermanos serviciales y padres voluntariosos dispuestos a echar una mano.
Cuando uno de los dos es periodista una invitación-portada de diario, con plano incluido. |
Las vitolas de los puros, con nombre y fecha. |
45 días antes
–Enviar las invitaciones, el remite debe ser el de la casa de la novia.
–Comprar los zapatos. Es preferible evitar estrenarlos el mismo día de la boda; lo mejor es ponérselos antes, por casa.
–Encargar los regalos conmemorativos, para los invitados. Lo habitual es que la madrina corra con el gasto de esos pequeños detalles (bandejitas, abanicos, marcos de foto, figuritas…). El padrino suele hacerse cargo de los puros.
1 mes antes
–Si se va a utilizar el coche en el viaje de novios, llevarlo al taller para su completa revisión y puesta a punto.
–Encargar la decoración de la iglesia y el ramo de novia. Si en la iglesia van a celebrarse más bodas el mismo día, contactar con los otros contrayentes para sugerir la posibilidad de compartir los gastos.
–Elegir la música de la ceremonia religiosa. El propio párroco os puede facilitar el nombre del organista o del director del coro.
–Elegir y encargar las alianzas, con el nombre de cada cónyuge y la fecha de la boda.
–Acordar el régimen económico que tendrá el matrimonio: gananciales, separación de bienes o régimen de participación. Para los dos últimos será necesario efectuar capitulaciones matrimoniales ante notario.
–Contactar con el fotógrafo y con la persona encargada de hacer el vídeo. Acordar el precio y el número de fotos, así como fecha de entrega.
–Elegir los respectivos testigos, entre familiares y amigos. El número total depende del criterio del párroco (consultar).
2 semanas antes
–Confirmar el horario de llegada de los invitados al lugar donde tendrá lugar el banquete y comunicar el número exacto. Se suelen dar 3-4 personas menos de las confirmadas, porque siempre se producen ausencias de última hora. El restaurante te cobra siempre los comensales pactados y no suele plantear problemas si van más, pero si van menos… si puede cobrarlos, aunque no vayan.
–Pruebas finales del traje o los trajes. Es fundamental que la novia lleve la ropa interior que va a utilizar el día de la boda, para asegurarse que el vestido sentará bien. Conviene acudir también con los zapatos de la boda, para ajustar correctamente el bajo.
1 semana antes
–Escribir dos pequeñas listas con todo lo que tendrá que hacer cada uno el gran día. Disponer de una carpeta con los documentos, billetes de viaje, pasaportes…
–Preparar un equipaje racional. Debe ser adecuado a las circunstancias, en especial a las climáticas, sin olvidar la actividad social que se vaya a llevar. Un valioso consejo es disponer dos bolsas de mano -una por cada uno- que incluyan neceser de aseo, máquina de fotos o cámara de vídeo, y ropa de cambio para 1 día, por si ocurriera algún percance con el equipaje.
–Organizar las despedidas de solteros y las celebraciones paralelas, como la del lugar de trabajo o/y compañeros y amigos que no asistirán al enlace.
–Recoger las alianzas grabadas, los trajes y todos los accesorios.
–Hacer las pruebas de peluquería y maquillaje. Respecto a esta última, tal vez prefieras invertir el dinero de hacer dicha prueba en productos de cosmética de primeras marcas y probar a maquillarte tu misma. El día de la boda no es siempre adecuado para ir a maquillarte y los productos los tendrás a tu disposicón para después de la boda. Buscar el peinado más favorecedor. Acudir a la prueba de peluquería con el tocado que se va a lucir.
–Confirmar en la floristería la hora exacta de la boda y acordar el momento de llegada del ramo de novia.
El gran día
–Dormir suficientes horas. Al levantarse, tomar un buen baño relajante. Sesión de peluquería y maquillaje, si se ha optado por ellos.
–Prevenir los pequeños detalles, como es solicitar a alguna allegada que incluya en el bolso tu lápiz de labios, sombra, lápiz de ojos y tu perfume, en un dosificador de bolso.
–Si el ramo de la novia llega con demasiada antelación, meterlo en el frigorífico (en especial en verano).
–Antes de salir, verificar si se llevan los anillos, las arras y los documentos necesarios. Puedes recomendar a otro allegado esta tarea o la comprobación.
–Ponerse el perfume adecuado, ligero, fresco y, por supuesto, duradero.
–Si eres supersticiosa, llevar algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul.
Si deseas que todo esté a punto, la regla de oro es no dejar para el último momento las cuestiones que se pueden adelantar. La febril actividad de los preparativos finales es mejor reducirla a lo mínimo e imprescindible; ello supondrá un alivio para vosotros, los felices novios.
Sólo nos queda aconsejarte tranquilidad, paso firme y ¡mucha felicidad!
Las invitaciones y otros detalles
Adoración Rodríguez